Estrenando curso en Badajoz

Ayer lunes retomé los talleres de la Llegada… comencé por el San Pedro de Alcántara, uno de los cuatro colegios con los que colaboro gracias a este programa.

Este año continuaré, por cuatro curso consecutivo con los niños y niñas de 5º y 6º de primaria, pero añadimos a las niñas y niños de 4º, para las que será su primer año en la Llegada.

Mi trabajo esta orientado al revés que el de otras narradoras y narradores, pues tanto en el San Pedro de Alcántara (Badajoz), como en el Antonio Machado (Mérida) la población es mayoritariamente gitana e inmigrante, y quien parece Otro, es quien conforma la mayoría en nuestra sociedad. Por eso los juegos y dinámicas que hablan de la diferencia, son para que podamos entender a los médicos, ingenieras, concejales, filosofas, periodistas y empresarias varias. A veces, en mitad del dialogo alguna voz se alza para decirme “Maestra, no te entiendo”… sucedió ayer cuando jugando al teatro, representábamos la escena de una diabética (una de las niñas tiene una abuela que padece esta enfermedad), en la consulta del especialista.

Ustedes se preguntaran porque les pongo las cosas tan difíciles, a unas niñas y niños tan pequeños… tengo prisa… ayer todas las niñas del grupo de sexto, y todos los niños, menos los inmigrantes, me informaron de que es su último año en la escuela… orgullosamente me dijeron que no irán al IES, sino que trabajaran con sus padres, la mayoría vendiendo en los mercadillos.

Yo no juzgo su forma de vida, ni la quiero cambiar, pero mi tarea es trabajar contra los prejuicios… por eso, con la mejor de mis sonrisas y toda la dulzura de la que soy capaz, hago uso de mi lenguaje más excelso, para que sean conscientes, de que aunque las palabras les suenen rebuscadas, los corazones son los mismos. Porque los prejuicios están por todos lados, y no mejoran nuestra convivencia.