Los niños y las niñas del C.P. Antonio Machado son siempre los últimos en terminar el programa en Extremadura. El equipo educativo, al comienzo de esta andadura, hace ya 4 años, valoraron que la intervención resultaría más positiva si comprimimos las sesiones entre abril y mayo... y luego, la primavera se encarga de dejarme sin voz al menos una semana al año (debe ser para que tenga vacaciones) y finalmente debo reorganizar la agenda... y termino en junio.
Ayer fue mi último día, y como siempre sucedieron cosas sorprendentes... casi, casi como en “James y el melocotón gigante” Mi primer tiempo con los cursos de 3º y 4º de primaria fue altamente movido... pese a la alegría inicial de verme de nuevo... no me hacían ni caso... realmente frustrante. Suerte que iba preparada con la cámara fotográfica, ya saben, para preparar la exposición un cuerpo con sentido... y al menos en eso, estuvieron conmigo.
En cambio, al llegar al grupo de 1º y 2º de primaria, tuve un recibimiento sincero y extemporáneo “¡Otra vez aquí! ¡Vete!” suerte que también estoy preparada para este tipo de situaciones, y les conté un cuento... ya saben ustedes que no es la música, sino la narración oral, la que calma los espíritus irritados.
De modo que logré, con ellos y ellas, hacer todo cuanto me había propuesto (fotografías, juego-reflexión), hasta la evaluación final... que no estuvo mal, pues incluso mi amigo contestatario, valoró positivamente la actividad... “Vale, vuelve y cuéntanos más cuentos”... no es el objetivo del programa, pero por algún lado hay que comenzar.
Hoy leía un artículo sobre las investigaciones de Paul Ekman, psicólogo norteamericano especializado en comunicación no verbal (y mentiras), que ha recorrido el mundo buscando saber si nuestras expresiones son innatas o aprendidas (Mead versus Darwin) y ha llegado a la conclusión después de años de fotografías y videos, desde EEUU a Papúa Nueva Guinea, donde convivió con los fore (que por cierto le contaron cuentos...¡quien tuviera ese material!), pasando por Chile, Brasil, Argentina, Japón... para descubrir que nuestros gestos son innatos y nos hermanan. Me parece un descubrimiento muy bueno para la llegada del Otr@... es muy buen material para trabajar ¿cierto?
En fin, me despido por este curso. Disfruten del verano... ¡hagan amig@s!
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