Dedicado a Marisol, Pilar, Quinti y Pilar.
No voy a dedicar esta entrada, como suelo hacer, a comentar la última sesión del Programa que he realizado. Espero que no resulte almibarado, y por supuesto espero que no suene a falso.
Solo quiero dejar por escrito, porque creo que de vez en cuando hay que decir estas cosas públicamente, mi admiración profunda por las personas que ponen en esto de la educación su inteligencia, su ilusión y toda la fuerza de su corazón.
He dedicado la entrada a cuatro de estas profesionales… sí, sí ya se que hay muchas más, pero es que yo estuve con ellas la semana pasada y una vez más salí con la boca abierta.
Desde aquí mi más profunda y sincera admiración por vuestra labor. Cuando se conoce la realidad de algunas de las niñas y niños que acuden al C.P. Ntra. Sra. de Fátima, parece incompatible con el ambiente de armonía, alegría y trabajo que se respira en vuestras aulas.
Sé que en parte lo lográis porque no estáis solas, es lo que tiene de bueno trabajar en equipo, cuando desde el equipo directivo, hasta la cuentacuentos ocasional remamos junt@s en la misma dirección, sin que nadie niegue nuestra individualidad. No en balde, este año decimos, Deber: convivir ¿cierto?
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