Corazón partío

El jueves 24 de enero estuve en el C.P. Ntra. Sra. de Fátima… y me sucedió lo mismo que el lunes anterior,.. esa sensación de quererlas/os un poquito más. ¿Será porque corren por los pasillos a besarme y abrazarme? ¿Será por su forma alocada de no parar quietas/os mientras conversan conmigo? ¿O por mi condición (a veces dudosa) de persona adulta y responsable que se da cuenta de que sus infancias no son de libro?

El Fátima es mi colegio modelo, las profesoras implicadas en el programa trabajan a lo largo del trimestre, entre sesión y sesión, de forma que siempre que regreso han avanzado y saben más de otras personas, pueblos y tierras.

La gran noticia que me lleva a escribir en el blog, aparte de enmendar el error de la anterior entrada, es compartirles que en el curso de sexto B, Cristian, ha salido del programa de Educación Compensatoria. Me lo contó emocionada su tutora, Quinti, y yo me vine a casa tan contenta por esta gran noticia… nunca antes había conocido el logro del fin último del programa… que desde el jueves no dejo de pensar en Cristian y todas las personas que se convierten (antes o después) en cisnes, porque lo son, y sonrío.

¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN COMPENSATORIA?
El programa de Educación Compensatoria está destinado a garantizar el acceso, la permanencia y la promoción en el sistema educativo del alumnado en situación de desventaja social, procedente de minorías étnicas, de colectivos de inmigrantes, así como de familias con graves dificultades socioeconómicas. De igual forma, con este programa se atiende al alumnado que debe permanecer largos periodos de hospitalización o convalecencia. Según sus distintas peculiaridades, estos alumnos presentan, desde un desfase escolar significativo, hasta dificultades de inserción educativa y necesidades de apoyo derivadas de su incorporación tardía a la escuela, de una escolarización irregular o de un desconocimiento del español, al proceder de otros países.